El doctor Erick Bonilla, responsable de la clínica de atención integral a pacientes con VIH/Sida del Hospital Bertha Calderón, de referencia nacional, dijo que en los cuatro años que tiene de estar al frente de la clínica han nacido en el hospital 77 niños de madres con VIH y dos han salido positivos.
Detalló que los niños nacidos de madres con VIH han ido en aumento. “Por ejemplo en el 2007 nacieron 12 niños, en el 2008 el número pasó a 14, en el 2009 fueron 21 y en el 2010 creemos que vamos a cerrar el año con unos 35 niños nacidos”, afirmó.
Explicó que a toda mujer embarazada le recomiendan que se haga la prueba de VIH. “Lo ideal es hacerla desde que sabe que está embarazada, así diagnosticamos a tiempo y, si resulta positiva, nos permite tomar las medidas a tiempo”, indicó el doctor.
Dijo que la prueba no es obligatoria, pero que a la madre le dan consejería preprueba. Sostuvo que, basado en su experiencia, la gran mayoría de las embarazadas acepta realizársela.
Si la preprueba es positiva, el primer paso a seguir es confirmarla. “Le hacemos pruebas más específicas como el de Elisa o la de Western Blot, para poder establecer un diagnóstico y empezar a valorar el uso de terapia retroviral en la mamá, para proteger al bebé”, explicó.
Datos del Minsa indican que se realizaron pruebas rápidas a 51,460 mujeres embarazadas en los primeros nueve meses del 2010. 50 mujeres embarazadas recibieron tratamiento para evitar que sus niños salieran positivos.
Hasta la fecha se contabilizan en Nicaragua 4,212 casos de personas con VIH, aunque el organismo Faramundi asegura que la tasa de incidencia en el país se ha multiplicado por 18 en 20 años. Douglas Quintero, colaborador de Farmamundi en Nicaragua, señaló que el escaso número de pruebas para la detección del VIH que se realizan en el país representa “un alto riesgo de epidemia silenciada”, informó la agencia EFE.
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