- 80 familias fueron sacadas por la fuerza de esta reserva natural amenazada por la creciente invasión de colonos
- Campesinos armados de palos y machetes retuvieron a funcionarios en demanda de tierras
Por: José Garth Medina
CORRESPONSAL/ RAAN
Efectivos del Ejército de Nicaragua, la Policía Nacional y funcionarios del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) desalojaron por la fuerza a unas 80 familias que se habían asentado en Bosawas, una de las principales reservas naturales de Centroamérica.
Los desalojados fueron llevados a El Hormiguero, jurisdicción de Siuna, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), donde los montaron en tres buses y los enviaron a San José de Bocay.
El operativo contra los depredadores de Bosawas fue ordenado por el presidente Daniel Ortega y la titular del Marena, Juana Argeñal, con el objetivo de proteger la reserva.
El sábado por la tarde comenzaron a llegar las primeras familias desalojadas a la comunidad de El Hormiguero, ubicada a 20 kilómetros de Siuna, donde la secretaria general de Bosawas, Yadira Meza, y la delegada del Marena en Siuna, Nitzia Velásquez, esperaban a los campesinos con buses para ser transportados hacia sus municipios de origen.
Los campesinos se quejaron de que las autoridades militares no les dieron tiempo para sacar sus cosechas que quedaron en sus casas, otros dejaron sus pertenencias en las viviendas, las que según sus declaraciones fueron quemadas por los efectivos del Ejército, la Policía y el Marena que llegaron a desalojarlos.
Santiago Espinoza Jarquín dijo que no pudieron sacar nada de sus chozas. “Nos sacaron con engaño, decían que ya estaba listo el banco de tierras, comida y medicamentos, y llevamos dos días sin comer”, refirió.
Moisés Pérez González, de la comunidad de Wasma, dijo que fueron desalojados por la fuerza a pesar de que ellos estaban dispuestos a salirse “conscientemente, si el Gobierno tiene listo el banco de tierras”.
“Los del Marena nos dieron 24 horas para salir y no nos permitieron que sacáramos nuestras pertenencias”, apuntó.
“En las casas se quemaron los frijoles, maíz y hasta una pastoral fue quemada por los funcionarios del Marena y el Ejército”, dijo el campesino.
Gallinas, cerdos, maíz, frijoles fueron quemados junto a las viviendas. Lo que más dicen resentir los campesinos es que las autoridades le pegaron fuego a una casa de oración a Dios (iglesia), lo que les hizo recordar la guerra que se vivió en los años ochenta, según Cándido Castellón Dávila.
RETIENEN A FUNCIONARIOS
Yadira Meza, Nitzia Velásquez y el comisionado Ernesto Rekenes, segundo jefe policial de Las Minas, fueron retenidos por varias horas en El Hormiguero la noche del sábado por los campesinos enardecidos que se armaron con palos y machetes y se apostaron a la entrada de la comunidad, de donde no dejaban salir a los funcionarios.
Sin embargo, a las 2:00 de la madrugada un enviado del Gobierno logró convencer a los campesinos de desistir de sus protestas y éstos abordaron los buses que salieron a las 4:00 a.m. de ayer rumbo a San José de Bocay.
Yadira Meza, secretaria general de Bosawas; Nitzia Velásquez, delegada del Marena en Siuna, y el comisionado Ernesto Rekenes firmaron con los campesinos una constancia en la que señalan que la Procuraduría General de la República (PGR) les buscará tierras para ubicarlos, y dicha constancia les servirá para hacer la gestión ante la PGR.
MÁS DESALOJOS
Ayer las autoridades aún esperaban a otro grupo de militares con otra cantidad de familias que fueron desalojadas de Bosawas y se espera que en los próximos meses se realicen operativos en otras zonas de esta reserva natural.
En el año 2001 el ex presidente Enrique Bolaños desalojó a unas 105 familias de Bosawas, las que fueron llevadas a la comunidad de El Hormiguero, donde las dejaron abandonadas sin ningún tipo de condiciones para vivir.
Pocos meses después, por falta de atención, los precaristas se regresaron a la reserva.
Las instituciones del Marena, la PGR, el Ejército y la Policía Nacional iniciaron el lunes pasado un operativo para desalojar a unas 270 familias que están despalando la reserva, después de múltiples denuncias de los indígenas mayangnas, quienes alegan que la invasión de colonos está acabando con lo que queda de la reserva Bosawas.
En esa ocasión Alejandra Centenos Ramírez, dirigente sandinista en Siuna, criticó al ex gobernante Enrique Bolaños, al señalar que el Gobierno recibe millones por esa reserva y con ese dinero se podría comprar tierras para reubicar a los precaristas.
Este fin de semana ningún dirigente sandinista se apareció en defensa de los campesinos desalojados, tampoco estuvieron presentes los organismos de derechos humanos como el Cedehca ni la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), que tienen representaciones en Siuna.
El alcalde liberal Julián Gaitán dijo que se debe crear condiciones humanas a las personas que sean desalojadas de la reserva.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en la primera mitad de esta década Bosawas perdió 41,000 hectáreas de bosques por año, razón por la que esta entidad se mostró “preocupada” por la destrucción de la reserva.